Super 8 es un claro homenaje al cine de aventuras de los años 80 con el que aprendimos a amar el cine toda una generación, si bien es cierto que no llega a las cotas de emoción ni tiene ese puntito extra que tenían películas como Los Gonnies, E.T. ó Cuenta Conmigo, convertidas ya en clásicos.
La diferencia puede ser que aquellas estaban dirigidas por enormes directores como Spielberg, Donner o Reinner, y que J.J Abrams a pesar de ser un buen director no logra las cotas de excelencia de aquellos.
A pesar de ello la película está estupendamente rodada, tiene una elegante puesta en escena y la fotografía es sencillamente espectacular.
Hay que dejar bien claro, que Super 8 esta muy por encima del cine comercial de aventuras que últimamente llega a las carteleras, aunque su guión tiene alguna pequeña laguna y algún personaje esta algo desdibujado.
El casting de actores niños es excelente, la química entre el grupo de amigos es innegable, y, los diálogos son en muchas ocasiones desternillantes, los personajes están bien dibujados y todos tienen su momento para el lucimiento.
A destacar la secuencia del tren, aunque claro desde que llegaron los efectos digitales al cine todas estas secuencias han perdido una gran parte de su magia.
Que decir del bicho, pues que hubo un gran secretismo sobre su aspecto, hasta el estreno oficial nadie había visto ninguna imagen de él, y la verdad es que importa bien poco, es solo un reclamo para atraer al publico a las salas, pero perfectamente esta historia se podría haber contado sin incluir bicho alguno en la trama o bien sin mostrarlo durante el metraje. Sabemos que está pero no es necesario que lo veamos. En fin cosas del cine comercial.
No es un cruce entre Los Gonnies y Godzilla como dije alguna vez, es una película que tiene que ver mucho mas con la primera que con la segunda, el bicho es solo el MacGuffin en que se apoyan para mostrarnos a este grupo de pequeños aventureros en acción.
Particularmente también veo un homenaje al cine de invasiones de monstruos alienígenas de los años 50.
Para terminar recomendada para todos aquellos que disfruten con el cine de aventuras, en especial el de los años 80, aunque con un punto extra de aventura y emoción hubiéramos sido más felices.
Durante su último año en el instituto, Charlie Brewster (Anton Yelchin) parece que por fin ha alcanzado todos sus objetivos: es uno de los estudiantes más valorados y sale con la chica más deseada del centro. Su popularidad es tal que ha comenzado a dejar de lado a su mejor amigo. Sin embargo, cuando Jerry (Colin Farrell) se convierte en su vecino, aunque, al principio, le parece un tipo genial, con el paso del tiempo empieza a percibir en él algo extraño. Desgraciadamente nadie, ni siquiera la madre de Charlie (Toni Collette), se da cuenta de nada. Después de observar que en la casa de Jerry pasan cosas extrañas, Charlie llega a la conclusión de que su vecino es un vampiro que se sirve del vecindario para cazar a sus presas. Ante la incredulidad de los demás, el protagonista deberá ingeniárselas para deshacerse del monstruo por sí solo. 
Super 8 es un claro homenaje al cine de aventuras de los años 80 con el que aprendimos a amar el cine toda una generación, si bien es cierto que no llega a las cotas de emoción ni tiene ese puntito extra que tenían películas como Los Gonnies, E.T. ó Cuenta Conmigo, convertidas ya en clásicos. 
A destacar la secuencia del tren, aunque claro desde que llegaron los efectos digitales al cine todas estas secuencias han perdido una gran parte de su magia. 
Particularmente también veo un homenaje al cine de invasiones de monstruos alienígenas de los años 50.
En su último año en el instituto, Charlie Brewster (Anton Yelchin) parece finalmente haber alcanzado todos sus objetivos: es uno de los estudiantes más populares y sale con la chica más deseada de todo el colegio. De hecho, se siente tan reconocido que ha comenzado a dejar de lado a su mejor amigo. Pero las cosas se complican cuando Jerry (Colin Farrell) se muda al lado de su casa. Al principio, su nuevo vecino parece genial, pero según pasan los días, algo en su comportamiento resulta raro. Desafortunadamente, nadie, ni siquiera la madre de Charlie (Toni Collette), percibe nada. Después de observar que en la casa de al lado pasan cosas extrañas, Charlie llega a una ineludible conclusión: Jerry es un vampiro que se sirve del vecindario para cazar a sus presas. Ante la incredulidad de los demás, el protagonista deberá ingeniárselas para deshacerse del monstruo por sí solo en esta moderna versión del clásico de la comedia y terror de los años 80 dirigida por Tom Holland.
